El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una fuerte advertencia a los miembros de la OTAN sobre el cumplimiento de sus compromisos financieros con la organización. En una reciente declaración en la Casa Blanca, Trump manifestó que su país no defenderá a aquellos países que no estén destinando los recursos necesarios a su propia defensa. Esta postura pone en riesgo el principio de defensa colectiva que rige la Alianza, un pilar que establece que un ataque a un miembro es un ataque a todos.
Según Trump, varios países miembros siguen sin cumplir con el pago de su parte del presupuesto de defensa, lo que ha generado tensiones dentro de la OTAN. El presidente estadounidense recalcó que ya había informado a varias naciones sobre las consecuencias de no cumplir con sus obligaciones, sugiriendo que en caso de no modificar su comportamiento, no recibirían el respaldo estadounidense. Trump ha sido consistente en su crítica al gasto de los aliados de la OTAN, y advirtió que, si la situación no mejora, Estados Unidos reconsiderará su involucramiento en la alianza.
De acuerdo con fuentes cercanas a la Casa Blanca, Trump estaría considerando una reforma considerable en la forma en que Estados Unidos interactúa con la OTAN. Su propuesta, aún en análisis, implicaría un ajuste en el compromiso de Washington con la organización, favoreciendo a aquellos países que cumplen con los requisitos de inversión en defensa. Esta estrategia podría dejar a varios miembros de la OTAN sin el respaldo militar estadounidense si no demuestran un mayor esfuerzo por alcanzar los objetivos establecidos.
La OTAN tiene como meta que todos sus miembros destinen al menos el 2% de su Producto Interno Bruto (PIB) a defensa. Sin embargo, varios países aún no alcanzan esta cifra, lo que ha generado frustración en la administración Trump. En su mandato anterior, Trump ya había presionado fuertemente para que sus aliados aumentaran sus contribuciones, lo que resultó en un incremento significativo en las inversiones en defensa por parte de algunos países.
El presidente ha cuestionado varias veces el principio de defensa colectiva consagrado en el Artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, subrayando que solo Estados Unidos activó dicha cláusula después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. De seguir adelante con su amenaza, Trump podría poner en duda la estabilidad y la unidad de la OTAN, lo que podría tener repercusiones a nivel internacional.