El Caribe mexicano se muestra optimista ante un posible incremento en la llegada de turistas estadounidenses tras el cambio de gobierno en Estados Unidos. Este escenario ofrece esperanza para el sector turístico, que busca fortalecer la afluencia de visitantes en la próxima temporada alta. La confianza radica en que los viajeros norteamericanos recuperen la certidumbre necesaria para planificar sus vacaciones con mayor libertad.
El gobierno estatal prevé consolidar estrategias de promoción y eventos que incrementen el atractivo del destino, especialmente hacia finales de este año y el inicio del 2025. Los esfuerzos incluyen un enfoque especial en los mercados de Estados Unidos y Canadá, así como en la colaboración con autoridades consulares para garantizar información clara y oportuna relacionada con alertas de viaje.
En el ámbito de la conectividad aérea, las autoridades trabajan en acuerdos con aerolíneas para fortalecer rutas existentes y explorar nuevas conexiones hacia otros continentes, con el objetivo de diversificar los puntos de acceso a Quintana Roo. Este esfuerzo responde al compromiso de mantener la región como un destino preferido para turistas internacionales.
Pese a estas expectativas, el turismo mexicano enfrenta desafíos en la competencia global. Recientes estadísticas muestran que, aunque México sigue siendo un destino clave para viajeros estadounidenses, su participación en el mercado turístico ha disminuido. Mientras en enero de 2023, el 26.3% de los viajes internacionales de estadounidenses se dirigían a México, esta cifra descendió al 25% en el mismo mes de 2024.
Por otro lado, destinos europeos han visto un aumento significativo en las preferencias de los turistas norteamericanos. Durante el verano pasado, los viajes hacia Europa crecieron considerablemente, reflejando una diversificación en los intereses de este mercado. Sin embargo, Quintana Roo confía en que su oferta de actividades, eventos y conectividad continuará posicionando al estado como un destino atractivo.
