TENDENCIA CÍCLICA DEL DENGUE EN MÉXICO SE HACE MÁS INTENSA CADA CINCO AÑOS

La investigación realizada por especialistas del Centro Universitario de Tlajomulco revela que el dengue en México mantiene un comportamiento que se repite de manera constante cada cinco años, con picos epidemiológicos más intensos y dominados por serotipos distintos en cada ciclo. El análisis, que abarca cuatro décadas de datos, profundiza en los factores que impulsan este patrón, incluyendo la inmunidad poblacional, las alteraciones ambientales, la aparición de nuevas variantes y las dinámicas sociales que influyen en la transmisión. A lo largo de este periodo, los investigadores del CUTlajomulco han observado cómo el avance de la urbanización y los cambios climáticos han modificado el escenario epidemiológico, haciendo que la enfermedad se manifieste con mayor fuerza y frecuencia.

Dentro del estudio, se destaca que países como Singapur, Tailandia, Vietnam, Brasil, Perú y Sri Lanka comparten esta tendencia global donde los serotipos se alternan y generan brotes recurrentes. Las especialistas apuntan que México sigue este mismo patrón, con incrementos considerables en cada nuevo ciclo, afectando directamente la inmunidad de la población. Estados como Veracruz y Jalisco figuran como las regiones más golpeadas por el virus, siendo este último uno de los que mayor cantidad de casos ha acumulado con el paso de los años, superando ampliamente los registros históricos documentados por los investigadores.

El análisis también subraya que el comportamiento del dengue puede rastrearse hasta 1985, cuando los registros oficiales reportaban apenas unos miles de casos en el país, en contraste con las cifras actuales que se acercan a las decenas de miles. Las especialistas detallan que la temporada de lluvias, especialmente entre julio y septiembre, marca un periodo donde el contagio se intensifica, permitiendo observar cómo la circulación de serotipos cambia de un ciclo a otro. Esto también ayuda a comprender por qué la población desarrolla inmunidad temporal, aunque dicha protección no evita que un nuevo serotipo genere un brote de mayor magnitud.

En los años recientes, los estudios de este centro universitario han mostrado que en cada pico se suman más de mil casos adicionales en comparación con ciclos anteriores. Los factores detrás de este incremento incluyen el aumento de la temperatura ambiental, la movilidad de la población y la densificación de zonas urbanas que favorecen la presencia del mosquito transmisor. Una de las observaciones más relevantes del trabajo académico es la predominancia del serotipo 3 en el ciclo más reciente, el cual elevó la demanda de hospitalización y complicó aún más el panorama epidemiológico.

Las investigadoras también explican que, si bien existen vacunas en el mercado dirigidas a ciertos serotipos, estas no están diseñadas para toda la población y pueden resultar contraproducentes en personas sin antecedentes de contagio. Como alternativa, señalaron un avance significativo en Baja California, donde se ha utilizado una bacteria que impide la replicación del virus sin causar daños a las personas ni al ambiente. Esta estrategia se perfila como una opción prometedora para ampliar la prevención en el país, aunque aún se requieren más esfuerzos para extenderla a otras regiones y fortalecer el control sanitario de manera integral.

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