POTENCIAL IMPACTO DE BENNU PODRÍA DESATAR UNA CRISIS GLOBAL

El asteroide Bennu, catalogado como un objeto cercano a la Tierra, se aproxima a nuestro planeta cada seis años, alcanzando una distancia mínima de aproximadamente 299 mil kilómetros. Sin embargo, los científicos han determinado que existe una posibilidad de una entre 2 mil 700 de que colisione con la Tierra en septiembre de 2182, un evento que podría traer consecuencias devastadoras a nivel global.

De acuerdo con un estudio reciente basado en simulaciones computacionales, el impacto de Bennu, cuyo diámetro es de aproximadamente 500 metros, desencadenaría una serie de efectos catastróficos. Se estima que entre 100 y 400 millones de toneladas de polvo serían inyectadas en la atmósfera, provocando alteraciones significativas en el clima, la química atmosférica y la fotosíntesis. Estas modificaciones durarían entre tres y cuatro años, afectando gravemente los ecosistemas y la producción de alimentos.

Los investigadores advierten que este fenómeno resultaría en un “invierno de impacto” global, caracterizado por una drástica reducción de la luz solar, temperaturas frías y una disminución del 15% en las precipitaciones. Además, se prevé que la fotosíntesis de las plantas se reduzca entre un 20 y 30%, mientras que la capa de ozono disminuiría un 32%, exponiendo a los seres vivos a niveles peligrosos de radiación ultravioleta.

El impacto directo de Bennu en la superficie terrestre generaría una potente onda de choque, incendios forestales, terremotos y radiación térmica. La colisión abriría un enorme cráter y liberaría grandes cantidades de escombros que permanecerían en la atmósfera por años, afectando el equilibrio ecológico y la producción de oxígeno en el planeta.

Los expertos destacan que la magnitud del desastre dependería en gran medida del lugar del impacto. Aunque no se ha calculado con precisión la cantidad de víctimas potenciales, es probable que las consecuencias sean devastadoras para la vida humana. No obstante, la NASA ha logrado obtener información crucial sobre Bennu gracias a la misión OSIRIS-REx, que recolectó muestras del asteroide en 2020 para su análisis.

Entradas relacionadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *