Las quejas en contra del bar Obsidiana en Tulum continúan acumulándose, luego de que un residente identificado como Roberto denunciara haber sido víctima de amenazas e intimidación por parte del dueño del establecimiento y su equipo de seguridad. Su testimonio se suma a los relatos de turistas que han señalado haber sufrido maltrato físico y verbal en el lugar.
Roberto, quien evitó proporcionar su apellido por temor a represalias, relató que en enero acudió al bar junto con unos amigos y estacionó su motocicleta tras recibir permiso de la anfitriona. Sin embargo, minutos después, un empleado se le acercó de manera agresiva para exigirle que moviera el vehículo. Aunque accedió sin discutir, la situación tomó un giro inesperado cuando fue rodeado por el dueño del bar y un grupo de seguridad, quienes lo amenazaron directamente.
Según su testimonio, el propietario del establecimiento, identificado como Alan, le advirtió sobre su influencia en la zona y el poder que supuestamente ostenta. “Nosotros llevamos más de 20 años operando aquí. Somos poderosos. Podemos investigarte y desaparecerte”, habría dicho el empresario, según la denuncia de Roberto. Además, afirmó que Alan hizo comentarios despectivos hacia los trabajadores mexicanos, asegurando que los extranjeros eran más eficientes.
Este caso se suma al testimonio de una pareja de turistas de Sinaloa, quienes señalaron haber sido golpeados por al menos seis empleados del bar e incluso haber recibido amenazas de muerte. A pesar de la gravedad de los hechos, las víctimas decidieron no presentar denuncias formales ante la Fiscalía General del Estado debido al temor de posibles represalias.
Las acusaciones contra el bar han generado preocupación entre visitantes y residentes, quienes han alertado sobre la existencia de establecimientos con prácticas similares en Tulum. Mientras tanto, no se ha informado sobre acciones concretas por parte de las autoridades para atender estas denuncias y garantizar la seguridad de los turistas y ciudadanos.
