Quintana Roo podría enfrentar un incremento del 30% en la llegada de sargazo durante 2025, según estimaciones de la Red de Monitoreo Ambiental y Cambio Climático del Mar Caribe. Aunque la temporada promete ser de mayor impacto en comparación con años anteriores, no se considera un escenario de alerta extrema. Se calcula que entre 23 y 25 millones de toneladas de sargazo están avanzando en el Océano Atlántico central, lo que podría significar un reto importante para las autoridades locales.
Esteban Amaro, quien encabeza la Red de Monitoreo Ambiental, explicó que aunque algunas áreas están reportando una menor cantidad de sargazo, el aumento en el océano sugiere una mayor afectación. Según Amaro, si bien no todo el sargazo en el Atlántico alcanzará las costas, es crucial mantener acciones de contención para mitigar las consecuencias. Lugares como Puerto Morelos, Tulum y Xcalak ya presentan acumulaciones, con un incremento significativo proyectado para los meses de marzo a junio, cuando las temperaturas más altas suelen favorecer la proliferación.
Un fenómeno natural que podría aliviar parcialmente la situación es el desvío de corrientes marinas hacia el norte, lo que ha sucedido en años anteriores. Sin embargo, Amaro advirtió que, debido al volumen acumulado en el Atlántico, la afectación este año será inevitablemente mayor. Las autoridades deberán redoblar esfuerzos y coordinar estrategias para minimizar el impacto ambiental y económico que conlleva la llegada de sargazo a las costas.
Por otro lado, iniciativas sostenibles están cobrando relevancia en la región. Samantha Álvarez, secretaria de Medio Ambiente y Cambio Climático, informó que el ayuntamiento de Solidaridad implementará un programa innovador para aprovechar el sargazo convirtiéndolo en arrecifes artificiales. Este proyecto, en colaboración con la empresa THRASOS3D, representa una solución creativa y ambientalmente amigable. La compañía, reconocida con el premio a la Mejor Iniciativa por la Innovación Tecnológica Sostenible, liderará la transformación del sargazo en estructuras que beneficien la vida marina.
Estas acciones, junto con un monitoreo constante, serán esenciales para enfrentar lo que se perfila como una temporada desafiante para las costas de Quintana Roo. Si bien el aumento en el recale de sargazo podría complicar las actividades turísticas y económicas, la implementación de soluciones tecnológicas y la coordinación entre autoridades y empresas podrían mitigar sus efectos a largo plazo.
