Trabajadores del Museo del Louvre anunciaron el inicio de una huelga a partir del día 15, con posibilidad de extenderla durante los días posteriores, en medio de un clima de tensión provocado por el deterioro de algunas áreas del recinto y por el llamado robo del siglo ocurrido en octubre. Esta decisión surge en un contexto donde empleados y sindicatos han señalado que las condiciones laborales se han visto afectadas por la falta de recursos y por incidentes recientes que, consideran, evidencian problemas de gestión y mantenimiento dentro del museo más visitado del mundo.
La convocatoria fue aprobada por unanimidad en una asamblea general impulsada por las organizaciones sindicales CGT, CFDT y Sud, que denunciaron que el personal trabaja bajo una creciente presión y con herramientas insuficientes para cumplir con sus responsabilidades. La huelga se plantea como prorrogable y busca visibilizar la necesidad de invertir más en infraestructura, seguridad y preservación del patrimonio. Voceros sindicales indicaron que la protesta responde a una acumulación de incidentes que, de acuerdo con ellos, pudieron haberse evitado con una gestión adecuada.
Uno de los eventos que detonó la molestia ocurrió el 27 de noviembre, cuando una inundación provocada por la ruptura de tuberías antiguas dañó varios cientos de libros en la biblioteca de antigüedades. Este accidente puso nuevamente bajo escrutinio el estado envejecido de ciertas instalaciones del museo. Apenas unos días antes, el 17 de noviembre, una zona de oficinas y una galería de antigüedades griegas fueron cerradas de manera preventiva tras detectarse fragilidad en algunas vigas, lo que encendió las alertas sobre problemas estructurales que requerían atención urgente.
A estos incidentes se suma el robo que causó mayor conmoción a nivel internacional, ocurrido el 19 de octubre. Un comando ingresó en pleno día utilizando un montacargas móvil y extrajo varias joyas de la corona de Francia desde la Galería de Apolo, una de las salas más emblemáticas del museo. Aunque los cuatro responsables han sido detenidos, las joyas aún no han sido recuperadas. El Senado presentará esta semana los resultados de la investigación administrativa, que busca determinar qué falló en la seguridad y cómo fue posible que un robo de tal precisión ocurriera a plena luz del día.
La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, declaró que al asumir la dirección en 2021 le aseguraron que la seguridad de las joyas era incuestionable, especialmente tras las renovaciones realizadas entre 2018 y 2019, cuando se instalaron nuevas vitrinas reforzadas. Sin embargo, reconoció que el robo ha puesto en entredicho las medidas implementadas y que la Galería de Apolo era considerada un espacio totalmente seguro. Estas declaraciones han alimentado el debate sobre la responsabilidad institucional y han incrementado la presión sobre la administración, al tiempo que la huelga busca poner en el centro la urgente necesidad de modernizar y reforzar la infraestructura del museo.