Durante una comparecencia en la Cámara de Diputados, el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Iván Escalante, reveló que recibió presiones por parte de integrantes de su propio partido para evitar la sanción a un hotel que no cumplía con las normas. En medio de la mesa de trabajo de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, Escalante relató cómo varios morenistas intentaron intervenir para frenar el procedimiento luego de una verificación que terminó en la suspensión del establecimiento.
El funcionario detalló que el hotel en cuestión, al que calificó como “fifí”, presentaba múltiples irregularidades, entre ellas, cobros en dólares, cargos extra por limpieza sin estar estipulados en contrato, falta de precios a la vista, productos en mal estado y hasta cucarachas en la cocina. Ante estas condiciones, Profeco procedió a colocar los sellos de suspensión como lo marca la ley.
Sin embargo, poco después de imponer la sanción, Escalante recibió llamadas de cuatro militantes de Morena, los cuales fueron subiendo de nivel en la jerarquía del partido. Todos solicitaban que no se continuara con la clausura del hotel. El procurador relató que, frente a la presión, optó por informar directamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien le dio su respaldo completo para seguir con la sanción: “Iván, dale, es tu chamba”, le respondió.
Además, Escalante reveló que esta no ha sido una situación aislada. Narró otro caso en el que una diputada le solicitó que ayudara a una gasolinera para evitar su suspensión, a lo que él respondió con firmeza que no prestaría ningún tipo de apoyo en ese sentido. Sus declaraciones evidencian intentos reiterados por parte de algunos servidores públicos de intervenir en los procesos de verificación de Profeco en beneficio de intereses particulares.