El exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, enfrenta una orden de aprehensión por presuntos delitos de delincuencia organizada, extorsión y narcotráfico. Según el periodista Ciro Gómez Leyva, fuentes policiales confirmaron que el exfuncionario se encuentra prófugo, en medio de investigaciones sobre posibles pactos entre el crimen organizado y administraciones anteriores en el estado.
El caso ha cobrado relevancia debido a las declaraciones del gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, quien ha señalado vínculos entre Bermúdez Requena y el grupo criminal conocido como La Barredora. En noviembre de 2024, May aseguró que era de conocimiento general que el exsecretario dirigía dicha organización criminal, y acusó a las administraciones previas de permitir el asentamiento del crimen organizado en la entidad.
Bermúdez Requena fue designado en diciembre de 2019 como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Tabasco por Adán Augusto López. No obstante, informes de inteligencia ya lo señalaban como una figura investigada por la Secretaría de la Defensa Nacional y el Centro Regional de Función e Inteligencia Sureste (Cerfise) debido a sus presuntos nexos con organizaciones criminales. A pesar de ello, se mantuvo en su cargo hasta enero de 2024, cuando la violencia en Tabasco se intensificó con robos, bloqueos y ataques incendiarios en Villahermosa.
El hackeo a la Sedena por parte del colectivo Guacamaya en 2022 reveló documentos en los que se menciona la infiltración del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la estructura de seguridad de Tabasco durante la administración de Adán Augusto López. Reportes del Cerfise indicaron que varios funcionarios estatales y municipales habrían colaborado con el grupo delictivo, incluyendo a Bermúdez Requena y otros altos mandos de la policía estatal.
Además, investigaciones de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) señalan que Bermúdez Requena habría facilitado el control de cuatro municipios tabasqueños por parte de La Barredora, permitiendo que su líder, Benjamín Mollinedo Montiel, alias Pantera, operara sin restricciones en Huimanguillo y Cárdenas.