La aseguradora de crédito Coface ha ajustado su previsión de crecimiento para México en 2025, pasando de un 0% a un 0.5%. Aunque se trata de un leve repunte, no representa una mejora sustancial, según reconoció Marcos Carías, economista para Norteamérica de la firma. El experto explicó que esta corrección obedece a un panorama menos negativo de lo anticipado, principalmente por el adelanto en compras por parte de empresas estadounidenses ante posibles incrementos arancelarios, un fenómeno que resultó más influyente de lo previsto.
A pesar del modesto ajuste al alza, Carías subrayó que el entorno económico continúa marcado por la incertidumbre, especialmente en torno a la revisión del TMEC entre México, Estados Unidos y Canadá. En este contexto, Coface anticipa que el Banco de México aplicará dos recortes adicionales en su tasa de interés, hasta alcanzar el 7.50%, aunque con una posible pausa entre los recortes. Por su parte, expertos del banco de inversión UBS coinciden en que es poco probable una ruptura del TMEC, pero alertan que podrían venir condiciones más exigentes para México y Canadá en una renegociación más ambiciosa.
Uno de los puntos clave, según Coface, es el manejo político de los aranceles por parte de Donald Trump. Aunque ha sido más agresivo con México en el discurso, ha respetado las reglas del TMEC en términos prácticos, al exentar productos que cumplen con sus condiciones. Esta estrategia, más política que económica, parece buscar una ventaja en la mesa de negociación sin romper completamente el tratado. En este contexto, la diferencia en las estimaciones sobre qué porcentaje del comercio está realmente cubierto por el acuerdo también genera debate: México estima un 87% y EE UU un 75%.
En medio de esta tensión, México ha incrementado su relevancia como exportador tecnológico. Coface destaca un crecimiento en la exportación de computadoras, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos, impulsado por la diferencia arancelaria con otros socios comerciales como China. Este aumento en la competitividad mexicana podría consolidar su posición como proveedor clave para Estados Unidos. No obstante, los analistas insisten en la necesidad de cautela, ya que las señales desde Washington sugieren que los aranceles seguirán siendo una herramienta de presión política.
Finalmente, UBS advierte que una renegociación larga o politizada del TMEC podría impactar negativamente las decisiones de inversión y frenar el proceso de integración regional. Si bien el tratado aún se considera el pilar del comercio en Norteamérica, las presiones actuales podrían poner a prueba su estabilidad y efectividad a largo plazo, especialmente si las nuevas condiciones no resultan equitativas para todos los miembros del bloque.