El rey Carlos III del Reino Unido reapareció en público este viernes tras haber sido ingresado en una clínica londinense el día anterior para someterse a un corto periodo de observación debido a los efectos secundarios de su tratamiento contra el cáncer. El monarca, de 76 años, fue visto saludando a la multitud desde su automóvil mientras abandonaba su residencia de Clarence House, ubicada cerca del palacio de Buckingham.
A pesar de su ingreso hospitalario, el jefe de Estado se encuentra en buen estado de salud y este viernes ha retomado parte de su actividad, trabajando en documentos oficiales. Sin embargo, ha cancelado su agenda del día, que incluía un viaje a Birmingham, así como varios compromisos programados, entre ellos la recepción de credenciales de nuevos embajadores.
El monarca fue captado por medios británicos sonriente mientras se dirigía en su automóvil hacia su residencia de campo en Highgrove, en el condado de Gloucestershire. Aunque su diagnóstico de cáncer se hizo público en febrero del año pasado, el palacio ha mantenido en reserva detalles sobre el tipo de enfermedad y el tratamiento que está recibiendo.
Carlos III ha procurado mantener su agenda en la medida de lo posible, aunque en diversas ocasiones se ha visto obligado a modificarla. En su momento, suspendió temporalmente su tratamiento para cumplir con un viaje a Australia y Samoa. Ahora, ha tenido que posponer su visita a Birmingham, aunque espera reprogramarla en una fecha futura.
A pesar de las complicaciones de salud, el monarca mantiene su compromiso de viajar a Italia dentro de diez días en una visita de Estado. No obstante, su reunión con el papa Francisco ha sido cancelada debido a la delicada salud del pontífice, quien recientemente pasó varias semanas hospitalizado en Roma por neumonía. Desde el palacio han asegurado que el tratamiento del rey avanza positivamente y que su reciente ingreso en la clínica fue una medida de rutina dentro de su proceso médico.