El sector camaronero de Campeche atraviesa una situación económica complicada debido al alto precio del diésel marino, que actualmente se encuentra en 26 pesos por litro. Francisco Romellón Herrera, presidente de la Cámara Nacional de Industria Pesquera y Acuícola (Canainpesca), señaló que las embarcaciones de altura requieren una gran cantidad de este combustible para salir al mar, lo que representa una inversión elevada para los pescadores. En promedio, una embarcación necesita aproximadamente 40 mil litros de diésel, lo que equivale a una inversión de alrededor de un millón 196 mil pesos.

Romellón también destacó que, tomando en cuenta que en Campeche existen 69 embarcaciones mayores registradas por la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), se requeriría una inversión superior a los 89 millones 500 mil pesos para abastecer de combustible a toda la flota pesquera. A pesar de este desafío económico, el sector celebró la reapertura de los puertos a la navegación tras una semana sin actividades debido a los frentes fríos y las regulaciones legales que impiden las operaciones portuarias durante condiciones climáticas adversas.

A esta crisis se le suma otro obstáculo significativo: la recuperación de entre 10 y 12 embarcaciones que se hundieron en octubre de 2024 en el muelle de Lerma debido a la fuerte marejada generada por el paso del huracán “Milton”. Las autoridades federales y estatales ya se encuentran trabajando en la recuperación de estas embarcaciones, aunque aún no se tiene claro el costo que implicará esta operación ni el monto que se invertirá en la Dársena de Campeche y el muelle de Lerma.

Uno de los principales factores que agravan esta situación es la falta de un subsidio gubernamental para el diésel marino, tras la eliminación del apoyo del Gobierno Federal en 2019. Romellón explicó que el sector pesquero perdía un subsidio que representaba un descuento de hasta seis pesos por litro de combustible, lo que equivalía a una ayuda de alrededor del 45 por ciento. Sin ese apoyo, los pescadores se ven obligados a cubrir el costo completo del diésel marino, lo que repercute en el deterioro de las embarcaciones y en la rentabilidad de la industria camaronera.

Ante estos desafíos, los empresarios del sector continúan buscando soluciones de financiamiento para poder adquirir diésel marino sin comprometer aún más la operación de las embarcaciones de altura. Sin una pronta intervención gubernamental o el restablecimiento del subsidio, el futuro de la actividad pesquera en la región podría verse seriamente afectado.