El senador Adán Augusto López Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado y exgobernador de Tabasco, ha optado por no emitir declaraciones en torno al escándalo que involucra a su exsecretario de Seguridad, Hernán Bermúdez Requena, acusado de tener vínculos con el narcotráfico. A pesar de ocupar sus oficinas en la Cámara Alta, López Hernández se ha negado rotundamente a hablar del tema, lo que ha incrementado el escrutinio sobre su papel durante su mandato estatal entre 2018 y 2022.
Ante múltiples solicitudes de entrevistas por parte de diversos medios, tanto digitales como impresos, la única respuesta recibida fue que el coordinador de la bancada de Morena en el Senado “no concede entrevistas”. Este mutismo ha llamado la atención, especialmente porque el caso ha generado una intensa cobertura mediática y críticas en redes sociales, que exigen una postura clara del legislador sobre la actuación de su antiguo colaborador.
Pese al escándalo, senadores de su mismo grupo parlamentario le han mostrado respaldo público. La senadora Guadalupe Chavira impulsó una declaración conjunta firmada por los 64 legisladores de Morena, asegurando que no hay ninguna prueba que vincule directamente a López Hernández con actividades ilícitas. Dicho respaldo también ha sido reforzado por la dirigencia nacional del partido.
Desde Morena se insiste en que el caso atañe exclusivamente a Bermúdez Requena y que López Hernández no tiene nada que explicar. A pesar de las dudas que persisten, se espera que el senador acuda este domingo al Consejo Nacional del partido, evento al que asistirá bajo el cobijo de su bancada, aunque sin haber esclarecido su postura frente a la creciente polémica.
