El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una nueva estrategia en su política comercial, enfocada en la imposición de aranceles recíprocos a los países que aplican tarifas más altas a productos estadounidenses. Entre los principales afectados por esta medida se encuentran la Unión Europea, India, Japón y México, economías que, según el mandatario, imponen barreras comerciales desproporcionadas frente a los bajos aranceles de Estados Unidos.
El plan se basa en un memorándum presidencial que ordena una investigación exhaustiva para evaluar la situación y establecer medidas correctivas. Actualmente, el promedio de aranceles en Estados Unidos oscila entre el 2 y el 2.5 por ciento, mientras que países como India aplican tasas superiores al 10 por ciento en algunos bienes estadounidenses. La intención del gobierno es eliminar lo que considera un trato injusto en los intercambios comerciales.
La investigación será conducida por el Departamento de Comercio y el Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR), con apoyo del Tesoro y el Departamento de Seguridad Nacional. Se espera que el proceso inicie en abril, una vez que se reciban informes clave sobre la balanza comercial. Expertos señalan que esta política afectará principalmente a economías con mayores barreras comerciales, lo que podría desencadenar una serie de represalias.
México, como socio clave de Estados Unidos, será uno de los países bajo mayor escrutinio. Analistas advierten que sectores como energía, minería y telecomunicaciones podrían enfrentar dificultades adicionales, ya que empresas estadounidenses han denunciado restricciones en estos ámbitos. Además, el gobierno de Trump podría considerar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) como una barrera comercial, lo que complicaría aún más la relación bilateral.
El anuncio ha generado preocupación en el ámbito internacional, ya que podría derivar en una guerra comercial con consecuencias impredecibles. Países como la Unión Europea y Japón podrían tomar represalias, debilitando los acuerdos comerciales multilaterales y aumentando las tensiones en el comercio global. La Organización Mundial del Comercio (OMC) enfrenta un reto en la regulación de estas medidas, mientras que el gobierno de Trump busca establecer acuerdos bilaterales más favorables a sus intereses.