ALZA DE ARANCELES ENCIENDE ALERTAS POR EL GOLPE A LAS EXPORTACIONES DE AUTOS INDIOS HACIA MÉXICO

La reciente decisión del gobierno mexicano de elevar hasta 50% los aranceles a la importación de automóviles provenientes de países sin acuerdos comerciales, entre ellos India, abre un escenario de incertidumbre para las principales automotrices de ese país asiático. La medida, aprobada bajo el argumento de proteger la industria local y el empleo, amenaza directamente exportaciones indias valuadas en alrededor de mil millones de dólares, lo que ha generado una fuerte preocupación en el sector industrial, el cual pidió sin éxito al gobierno de India intervenir para frenar el ajuste. A pesar de las presiones, México confirmó el incremento arancelario a partir del próximo año, una decisión que coincide además con la presión de Estados Unidos para limitar la relación comercial con China.

De acuerdo con documentos revisados por Reuters y testimonios de fuentes cercanas a las negociaciones, las automotrices de India —incluidas Volkswagen, Hyundai, Nissan y Maruti Suzuki— ven este aumento como un golpe severo a sus operaciones. El país norteamericano representa el tercer mercado de exportación para la industria automotriz india, solo debajo de Sudáfrica y Arabia Saudita, por lo que el cambio podría forzar a diversas compañías a replantear sus estrategias de producción, logística y distribución. Las empresas también alertan que el incremento arancelario elevará costos, reducirá márgenes y podría limitar la llegada de modelos compactos que tradicionalmente han encontrado buena demanda en México.

La Sociedad de Fabricantes Indios de Automóviles había advertido anticipadamente al Ministerio de Comercio de India que los aranceles propuestos ejercerían un impacto directo y significativo en las exportaciones, exhortando a su gobierno a intervenir diplomáticamente para mantener las condiciones actuales. La carta enviada en noviembre, cuyo contenido sale a la luz por primera vez, expone que México recibía una porción importante de los vehículos compactos fabricados en India, y que el aumento de los aranceles comprometería la viabilidad de un segmento que depende de la exportación para lograr economías de escala. A pesar de los llamados, no está claro qué pasos seguirá el gobierno indio o las propias armadoras ante la nueva situación.

Los datos comerciales muestran que India envió mercancías a México por 5,300 millones de dólares en el último año fiscal, de los cuales cerca de mil millones corresponden a automóviles. Skoda Auto representó aproximadamente la mitad del total de autos enviados, seguida de Hyundai con 200 millones de dólares, Nissan con 140 millones y Suzuki con 120 millones. Directivos como Piyush Arora, de Volkswagen India, han destacado que México ha sido un destino clave para los modelos fabricados en ese país, dado el crecimiento constante del mercado mexicano y la aceptación de los vehículos compactos. Sin embargo, ahora las automotrices deberán evaluar el nuevo panorama para definir si continúan apostando por ese mercado.

En reuniones recientes con autoridades indias, representantes del sector automotriz explicaron que los vehículos enviados a México no compiten con los modelos de gama alta producidos por la industria mexicana para el mercado de Estados Unidos, ya que su especialización está en segmentos distintos. También subrayaron que, de los 1.5 millones de vehículos vendidos anualmente en México, dos terceras partes son importados, y los envíos desde India representan apenas 6.7% del total. Esta participación limitada, argumentaron, demuestra que sus modelos no representan una amenaza real para la producción local, por lo que el incremento arancelario podría responder más a factores geopolíticos que a necesidades del mercado interno.

La aplicación del nuevo arancel coincide con el contexto internacional de aumento de barreras comerciales, incluidas las impulsadas por la administración del expresidente Donald Trump en Estados Unidos. Analistas señalan que la medida no solo afectará al sector automotriz indio, sino que también podría complicar los esfuerzos del primer ministro Narendra Modi por promover a India como una alternativa de manufactura competitiva frente a China. Hasta el momento, ni el gobierno mexicano ni las autoridades comerciales de India han emitido comentarios adicionales, mientras que la mayoría de las automotrices involucradas han optado por guardar silencio a la espera de mayor claridad sobre las implicaciones de la nueva política.

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