MARÍA CORINA MACHADO SE AUSENTA DEL NOBEL DE LA PAZ Y SU HIJA LA REPRESENTA EN OSLO

La ausencia de María Corina Machado en la ceremonia del Premio Nobel de la Paz generó gran expectativa internacional, ya que la líder opositora venezolana no pudo asistir al evento debido a circunstancias que representan un riesgo considerable para su seguridad. En su lugar, fue su hija Ana Corina Sosa quien recibió el galardón, convirtiéndose en la figura central de una jornada que mezcló reconocimiento, tensión política y emotividad. La ceremonia se llevó a cabo en Oslo bajo la mirada del comité del Nobel, que subrayó las dificultades extremas que rodearon el intento de Machado por viajar.

La situación de Machado ha sido motivo de preocupación desde enero, cuando desapareció de la escena pública tras ser detenida brevemente durante una protesta en Caracas. Desde entonces se ha mantenido escondida, evitando cualquier exposición que pudiera comprometer su integridad. Durante la ceremonia, el presidente del comité noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, destacó que la líder venezolana hizo todo lo posible por estar presente, emprendiendo un viaje considerado de alto riesgo. Aunque su llegada no se concretó a tiempo, las autoridades confirmaron con alivio que se encontraba a salvo.

A través de un mensaje telefónico difundido por el sitio web del Nobel, Machado expresó su agradecimiento hacia quienes se arriesgaron para facilitar su desplazamiento. Señaló que numerosas personas pusieron en peligro sus vidas para permitir que pudiera salir del país y avanzar en su trayecto hacia Oslo. En su mensaje, recalcó que este reconocimiento no solo la honra a ella, sino al pueblo venezolano, al que atribuyó el mérito del premio. Dijo estar a punto de abordar un avión y se mostró emocionada por la posibilidad de reencontrarse con familiares a los que no ve desde hace dos años.

La líder venezolana expresó también su agradecimiento hacia la diáspora venezolana y hacia quienes viajaron desde diversas partes del mundo para acompañarla en este momento histórico. Afirmó que el premio pertenece a todos los venezolanos que han mantenido viva la lucha por la libertad y los derechos humanos. Confió en que, una vez llegue a Oslo, podrá reunirse no solo con su familia, sino con compañeros y allegados que han formado parte de su trayectoria y que comparten las mismas aspiraciones democráticas.

El evento también ofreció una mirada a la historia del Nobel de la Paz, recordando que no es la primera vez que un galardonado enfrenta obstáculos para asistir a la ceremonia. Casos anteriores incluyen a activistas como Narges Mohammadi, Ales Bialiatski, Liu Xiaobo, Aung San Suu Kyi y Carl von Ossietzky, todos ellos impedidos de recibir el reconocimiento en persona debido a situaciones de encarcelamiento o persecución. Para muchos, este patrón subraya el carácter político del premio y la valentía de quienes lo reciben. El activista Gustavo Tovar-Arroyo, presente en Oslo, señaló que se hizo todo lo posible para que Machado estuviera ahí, aunque desde un inicio sabían que los riesgos eran enormes.

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