VIGILANCIA EN EE.UU. POR NUEVA VARIANTE DE COVID-19 DETECTADA EN VIAJEROS INTERNACIONALES

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han confirmado la detección de casos de la variante NB.1.8.1 del Covid-19, misma que ha causado un repunte de contagios en China. La presencia de esta cepa fue identificada mediante un programa de monitoreo en aeropuertos internacionales, donde se analiza a viajeros provenientes del extranjero. Según las autoridades, los primeros casos fueron detectados entre finales de marzo y principios de abril, y aunque las cifras son bajas, el rastreo se ha intensificado para evitar una posible propagación en el país.

La detección se ha centrado en viajeros que ingresaron a Estados Unidos desde distintas regiones del mundo. Se han identificado casos en estados como California, Washington, Virginia, Nueva York, Ohio, Rhode Island y Hawái. La mayoría de los infectados provenían de países asiáticos, aunque también hubo viajeros procedentes de naciones europeas como Francia, Países Bajos y España. Este patrón sugiere que la variante podría estar circulando de forma más extensa a nivel global, incluso sin ser reportada de manera oficial en algunos lugares.

En Asia, esta variante ha generado preocupación debido al aumento de casos, lo que ha llevado a reforzar las recomendaciones sanitarias en espacios públicos. En Taiwán, por ejemplo, las autoridades comenzaron a almacenar vacunas y tratamientos antivirales ante la posibilidad de un nuevo brote. A pesar del incremento en hospitalizaciones en algunas regiones, expertos como la doctora Amy Edwards han señalado que este comportamiento podría responder más a una tendencia estacional que a la peligrosidad de la variante en sí. Las autoridades de Hong Kong también han descartado que la NB.1.8.1 represente un riesgo mayor en comparación con las variantes anteriores.

Sobre los síntomas, especialistas como Subhash Verma han indicado que no presentan diferencias sustanciales respecto a cepas previas del coronavirus. Entre ellos figuran la tos, el dolor de garganta, la fiebre y la fatiga. Verma resaltó que, aunque no se ha detectado un aumento en la gravedad de los casos, sí parece haber una mayor facilidad de transmisión, lo que podría explicar su propagación acelerada. Ante ello, las autoridades estadounidenses mantienen una postura de vigilancia activa, reforzando los canales de comunicación con organismos internacionales para seguir de cerca la evolución de esta variante.

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