TRUMP ARREMETE CONTRA CHINA Y DESCARTA REDUCCIÓN DE ARANCELES, EXIGE CONTROL DEL FENTANILO



El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó claro este miércoles que no tiene intenciones de suavizar las medidas arancelarias impuestas a China. Con un rotundo “no”, descartó cualquier rebaja al impuesto del 145% sobre mercancías chinas, medida que su gobierno impuso recientemente. Trump fue directo al afirmar que para que cualquier acuerdo futuro pueda contemplarse, sería una condición indispensable que Pekín ponga fin al tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, droga que ha contribuido a la devastadora crisis de sobredosis en el territorio norteamericano.

Durante un acto en la Casa Blanca, donde el nuevo embajador estadounidense en China, David Perdue, juró su cargo, Trump fue cuestionado sobre la reunión que se celebrará el próximo fin de semana en Ginebra, Suiza, entre delegaciones de ambos países. El mandatario insistió en que Estados Unidos no piensa retroceder en su estrategia económica y fiscal, y rechazó la afirmación de Pekín de que dicho encuentro fue solicitado por Washington. “Si dicen que lo iniciamos nosotros, deberían revisar mejor sus archivos”, soltó con ironía.

Esta posición inflexible se enmarca en la prolongada guerra comercial que Trump retomó en abril, endureciendo el conflicto económico con el gigante asiático. Como reacción, China anunció un incremento en sus propios aranceles hasta un 125% para productos norteamericanos, alimentando la ya tensa disputa económica entre ambas potencias. Trump advirtió que, aunque no está dispuesto a ceder en las tarifas, está considerando posibles exenciones para algunos bienes, como productos para bebés, aunque no quiso comprometerse a tomar una decisión definitiva.

La principal demanda del presidente estadounidense se centra en el problema del fentanilo, que ha sido calificado como una emergencia de salud pública en su país. Según Trump, detener el flujo de esta sustancia debería ser la principal prioridad de China si quiere sentarse a discutir acuerdos comerciales. “Es un tema de vida o muerte para los estadounidenses, no solo un asunto económico”, enfatizó. La reunión en Ginebra será un intento de negociación en un contexto donde las tensiones están en su punto más alto y donde la falta de flexibilidad de Trump anticipa que un acuerdo no parece cercano.

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