Un estudio de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) revela que una de cada cuatro personas desplazadas o en riesgo de desplazamiento por los incendios forestales en Los Ángeles es latina. Esto pone en evidencia que el impacto de esta tragedia no se limita a las comunidades más ricas, sino que afecta de manera significativa a diversos grupos económicos y raciales.

Según el análisis, basado en datos del censo, más de 74 mil latinos viven en áreas con advertencias o órdenes de evacuación obligatoria debido a los incendios. Esta cifra representa un cuarto de los desplazados o en riesgo en el condado de Los Ángeles, pero podría ser aún mayor, ya que los datos se recopilaron solo un día después de que iniciaran los incendios, que ya han causado al menos 25 muertes.

El informe destaca que los incendios no son únicamente un desastre natural, sino también un desastre social. Estos eventos amplifican las desigualdades existentes, afectando de manera desproporcionada a las comunidades vulnerables. Los vecindarios latinos enfrentan casi el doble de exposición a la contaminación por diésel y partículas PM2.5 en comparación con los vecindarios blancos. La suma de los incendios a estas condiciones agrava problemas de salud como el asma y otras enfermedades crónicas.

Otro desafío importante es la alta proporción de trabajadores al aire libre en las comunidades latinas, que representan el 17% de sus residentes. Estos trabajadores son especialmente vulnerables a los efectos del humo y a la pérdida de ingresos debido a interrupciones en actividades como la construcción, el paisajismo y la venta ambulante. Además, el 14% de los residentes latinos carece de seguro médico, comparado con solo el 3% de los residentes blancos, lo que dificulta el acceso a atención médica oportuna.

El informe subraya la necesidad de estrategias equitativas y personalizadas para la preparación y respuesta ante desastres, enfocándose en las comunidades más desatendidas. Mientras que los barrios más ricos también enfrentan pérdidas significativas, el impacto combinado de la contaminación, las enfermedades crónicas y la falta de recursos resalta la urgencia de atender las necesidades específicas de los latinos.

Hasta el fin de semana, los incendios habían destruido 12 mil estructuras y generado daños estimados en 250 mil millones de dólares, lo que podría convertirlos en los más costosos en la historia de Estados Unidos.